Muchas veces, para ahorrarse la comisión de un agente, los particulares deciden poner su casa a la venta por su cuenta. Hoy en día, la difusión de un anuncio es algo muy sencillo y se puede subir en un portal en pocos minutos. Hoy vamos a detallar los 5 errores más comunes que llevan, sin lugar a duda, al fracaso.
- El precio: El valor de mercado de un inmueble está determinado por varios factores como su situación y estado de conservación, pero también por el momento del año, los tipos de interés, las perspectivas económicas y mucho más. Salir a la venta con un precio inadecuado tendrá como consecuencia que el mercado rápidamente descartará nuestro inmueble y será difícil volver a despertar interés para él, sobre todo si dejamos pasar mucho tiempo.
- No tener prisa: Muchos clientes me dicen no tener prisa para vender su casa. Lo dicen pensando que la prisa implica un precio de venta más bajo. La realidad es que el mejor precio se obtiene en los primeros momentos de la comercialización.
- Descuidar la presentación: La adquisición de una vivienda es un momento altamente emocional. El comprador busca un flechazo y la experiencia nos demuestra que, a menudo, la gente acaba comprando una propiedad diferente de la idea que tenían en un principio. Se dice que la venta se hace en los primeros 10 segundos de la visita, pero la realidad es que empieza antes. Dedicar tiempo, dinero y esfuerzos para optimizar el aspecto de la vivienda es esencial para obtener el mejor precio posible.
- Enojarse con el comprador: Al momento de visitar una vivienda o de presentar una oferta, el futuro comprador de su casa tendrá dudas y preguntas. Las objeciones o críticas que hace sobre su casa no son ataques personales. Simplemente está a punto de hacer la mayor inversión de su vida, a veces endeudándose para la mitad de su vida y quiere tener seguridad. Saber mantener la calma y contestar a las dudas con objetividad es muy importante.
- Descuidar el papeleo: Ponemos este elemento al final, pero cronológicamente, es lo primero que se tiene que mirar. Asegurar la seguridad jurídica de la operación pasa por verificar que no nos encontraremos con ninguna sorpresa al momento de ir a firmar la venta. Puede que tengamos aún inscrita en el registro la hipoteca que ya se ha pagado hace años. Puede que la descripción no sea adecuada a la realidad, puede haber un embargo, un expediente disciplinario, etc. Tener controlados todos los aspectos de la operación es esencial.
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