La denominada Costa Brava, es una extensión de terreno que tiene su inicio en la localidad de Blanes y finaliza en la frontera de Francia con Portbou. En sus más de 210 kilómetros de extensión podemos encontrar algunas de las mejores playas de Catalunya.
Estas localizaciones son muy cotizadas por inversores inmobiliarios, que buscan una buena oportunidad de negocio en la inversión de viviendas.
El auge de la vivienda en la costa, sobre todo en algunas localizaciones, que bien por su alto interés turístico, bien por su consolidación urbanística tras varios años de crisis, está experimentando un encarecimiento notable.
En los últimos doce meses, según un informe de UrbanData Analytics (uDA), el alquiler de los pisos situados en la primera y la segunda líneas del litoral se ha encarecido un 8,95%.
En este mismo periodo el valor de venta ha crecido un 3,1%, de manera que la rentabilidad total (alquiler más venta) asciende al 8,78% y se acerca a la rentabilidad de las grandes ciudades.
La naturaleza y las comunicaciones claves en el repunte:
La Costa Brava ofrece muchas ventajas que han repercutido positivamente en el repunte de las transacciones inmobiliarias.
Es una zona turística reconocida internacionalmente y que junto con las Islas Baleares siempre ha sido sinónimo de playas paradisiacas y naturaleza abrumadora.
Las buenas comunicaciones son uno de los puntos fuertes para considerar la Costa Brava cómo una zona perfecta para realizar inversiones, ya que los aeropuertos tanto de Barcelona, como de Girona, están suficientemente cerca para poder desplazarse desde cualquier lugar del mundo.
También cabe destacar la red de transporte público que mediante servicios de tren o autobús cubren las principales localidades turísticas.
El turismo en la inversión inmobiliaria forma un binomio inseparable. Estas localidades de la costa catalana son un reclamo durante todo el año para el turista. Durante el verano, las calas y playas son la atracción principal, pero la cercanía con algunas de las pistas de esquí más importantes de Catalunya hacen que el turismo sea más atemporal.
Según el INE, España recibió en 2017 cerca de 13 millones de turistas, lo que supone una crecida del 11,2% respecto a años anteriores.
¿Qué entendemos por invertir?
Cuando hablamos de invertir en patrimonio inmobiliario no nos referimos exclusivamente a las grandes operaciones inmobiliarias centradas únicamente en el turismo. Sino, que lo consideramos como invertir un capital con objeto de obtener una ganancia adicional.
Dentro de las posibilidades del mercado, realizar una inversión inmobiliaria es una garantía donde poner el dinero con relativa tranquilidad, ya que, normalmente las oscilaciones del mercado son escasas y siempre vamos a obtener un mayor beneficio con menor riesgo que otro tipo de operaciones bursátiles.
Una de las primeras consideraciones que debemos tener en cuenta para realizar una inversión es la de mejorar la propiedad. La tendencia al invertir comprando inmuebles de segunda mano hace que considerar mejorar la propiedad en el momento de la compra sea una gran opción para desde el primer momento mejorar el beneficio.
Los especialistas en inversión y rentabilidad consideran la inversión en inmuebles como una inversión de alto riesgo y muy bajo riesgo.
En el caso de una situación de crisis a nivel global, la devaluación puntual del valor del inmueble en el mercado, no es algo que deba preocupar al inversor, ya que su bien permanecerá en estado de “capital dormido”, de este modo siempre preservamos nuestro capital y cuando el mercado vuelve a circunstancias de alzamiento, volveremos a recuperar rentabilidad sobre nuestra propiedad.
Consideraciones de los inversores españoles
Como norma general, los inversores españoles tienden a la búsqueda de inmuebles en los que prima el precio y la ubicación. Desde hace varios años, la tendencia de buscar primera línea de playa ha ido perdiendo fuerza y actualmente para los inversores españoles es importante que sus nuevas propiedades estén cerca de los servicios y a la vez una buena comunicación para ir a la playa.
Consideraciones de los inversores extranjeros
Por el contrario, los inversores extranjeros prefieren apostar por el tamaño de sus viviendas. Propiedades bien ubicadas junto al mar, de más de 100 metros cuadrados seria el estereotipo de lo que busca un comprador extranjero.
Para un inversor extranjero, son prioritarias las inversiones en viviendas de segunda mano aunque también se producen adquisiciones de obra nueva.
Casos de éxito en la inversión inmobiliaria en la Costa Brava:
Tal y como hemos comentado a lo largo del artículo, son muchas las ventajas de realizar una inversión en la Costa Brava.
Un ejemplo de este tipo de inversión a gran escala, lo encontramos en junio de 2017 cuando el fondo suizo Stonewg realizó la inversión de más de 52 millones de euros.
Otro de los casos de éxito con mayor repercusión, es el de la asociación Costa Brava Hoteles de Luxe, que realizó una inversión de 4,7 millones de euros en la construcción de instalaciones a fin de mejorar el liderazgo en el sector turístico.
Debido a los buenos números del turismo, el pasado año esta asociación aumentó su facturación en un 10% respecto al periodo anterior. Por lo que año tras año entra en su planificación aumentar la inversión en la mejora, ampliación y conservación del parque hotelero así como en la adquisición de nuevos servicios como zonas de aguas y campos de golf.
Resultados anuales y pronósticos 2018
Según las noticias acerca de las tendencias y resultados inmobiliarios de 2017 de La Vanguardia, la venta de viviendas de playa en la costa catalana ha aumentado cerca de un 20%.
Según los datos de diferentes entidades de tasación, estas se han disparado con un alza entorno al 10% y hasta un 50% en muchas de las localidades.
Esta gran recuperación de la costa viene propiciada por dos factores, el retorno del comprador nacional y la continuidad del comprador extranjero.
Dado que se percibe que los precios vuelven a subir, el comprador español ve la adquisición del inmueble como una buena inversión.
Los compradores extranjeros se han mantenido y predominan en el norte de la Costa Brava, principalmente franceses, mientras que la demanda de primera vivienda por parte de barceloneses que buscan reducir los altos costes de la ciudad de Barcelona han mejorado la venta en las localidades del Maresme como Tiana, Montgat o El Masnou.
Para el 2018 la tendencia en la compra y venta de inmuebles en la Costa Brava se prevé enmarcada dentro de un cuadro de continuidad alcista.
La situación de estabilidad monetaria de la zona Euro ayuda al capital extranjero a tener más fuerza para poder realizar este tipo de inversiones.
Con el encarecimiento de los precios de Barcelona y Girona, adquirir como primera vivienda una propiedad de las que antes se consideraban como segunda vivienda es algo cada vez más habitual, priorizando la calidad de vida del día a día a las distancias de la ciudad.
Si necesitas consejo acerca de las propiedades más recomendables para invertir en la Costa Brava, te recomendamos que te pongas en contacto con nosotros. Somos especialistas en la zona y conocemos de primera mano las posibilidades de crecimiento a medio plazo de las diferentes localidades. Contacta con nuestro equipo de profesionales y te asesoraremos sin compromiso.