Se ha registrado un aumento en la compra y venta de casas a la orilla de la playa, situación que ha incrementado sus precios de forma exponencial. Algunas de las zonas que presentan indicios claros de aumento son las Islas Baleares y Canarias, La Costa del Sol, El norte de Alicante y, por supuesto, el Maresme.
Cada día incrementa más el porcentaje de playas que registran incrementos de precios superiores al 10% (en cuanto a las viviendas aledañas) durante el último año. Dichas zonas, abarcan la región de Mallorca, Ibiza, Lanzarote, Fuerteventura y algunos municipios de Huelva, Alicante y Málaga.
La razón principal del aumento de precios se debe a la demanda extranjera, que en estos momentos, constituye el primer comprador de viviendas en las costas españolas.
El experto asegura que las zonas en donde más se evidencia el interés de los extranjeros por realizar la compra de viviendas son Costa del Sol, Costa Blanca y las islas aledañas. Sin embargo, Stucklin también afirma que hay indicadores que muestran que el nivel de construcción en algunas zonas ya no es sostenible.
Británicos, belgas y nórdicos: los principales inversores
Durante el 2017, la inversión internacional abarcó un 13,1% del total de viviendas vendidas en España, lo que se traduce en más de 61 mil casas frente a poco más de 53 mil que se vendieron durante el 2016, según el Colegio de Registradores. Además, es importante destacar que casi un tercio de todas las casas vendidas en Baleares y Canarias durante el 2017 cayó en manos foráneas.
Por su parte, Samuel Población, director de Residencial y Suelo de CBRE, afirma que los británicos, lo nórdicos y los belgas con los principales compradores de los inmuebles y, aunque en un principio se han enfocado en la compra de segunda mano, en los últimos meses se han interesado por la adquisición de obras nuevas.
El alquiler de vivienda es la táctica de los españoles.
La subida de precios no se debe únicamente a la compra extranjera de inmuebles. Si bien es cierto que la demanda nacional todavía no se ha recuperado por la precariedad de empleos y salarios, las adquisiciones con destino al alquiler sí han crecido.
Los españoles que toman esta alternativa lo hacen por la gran rentabilidad que supone. Actualmente, alquilar una vivienda en la playa ha pasado del 2,38%, en 2017, a un 2,45% durante el 2018. Para entender estas estadísticas, hay que tener en cuenta que la media de un alquiler ronda 642 euros semanales.
Además, el precio semanal de un arrendamiento de viviendas en primera línea de playa está entre 5% y 10% por encima durante el verano. En conclusión, sin lugar a dudas, la zona costera de España está teniendo un crecimiento económico bastante notable en los últimos 3 años. De continuar así, lo más probable es que la proyección para los próximos cinco años se traduzca en un incremento de la densidad poblacional.