Aunque son cada vez más populares, puede que muchos no estéis familiarizados con lo que desde hace años se conoce como “casas domóticas”. Se trata de viviendas que poseen sistemas avanzados que automatizan diversas instalaciones del hogar, llevando a cabo operaciones cotidianas, a menudo sencillas.
Es decir, integran y aplican tecnología moderna y comunicativa a la vivienda, aportando servicios de seguridad y gestión energética. Esto abarca por lo general el uso de la electricidad, la telefonía móvil, el internet, protección del hogar a partir de claves secretas o accesos por tarjeta, climatización con termostato, entre otras muchas otras aplicaciones que pueden beneficiarnos.
Según el gerente comercial de ID Domótica, David Alvira, la mayoría de las operaciones que realizan las casas domóticas se ordenan a partir de un mismo sistema, ya sean apps o botones especiales, y en casos más avanzados con el reconocimiento de voz. David Batlle, de la empresa integradora de sistemas domóticos Domoticus, señala que aunque años antes no era posible, ahora conectar todos los elementos sin cableado de forma inalámbrica es la norma.
Tras la reciente crisis de 2013, parece ser que las casas domóticas cada vez son más demandadas por lo españoles. Según los estudios de La Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM) compartidos por El País, en 2013 la facturación de los fabricantes bajó a 37,8 millones de euros, y a partir de los años venideros ha subido considerablemente.
Tal es el caso del 2016, en que la facturación alcanzó 50,5 millones de euros, 12% más que en 2015. Enrique Barrera, CEO en VenDomótica, puntualiza que aun cuando no se han alcanzado cifras superiores a las conseguidas antes de la crisis, se siente optimista por el crecimiento continuo.
Además, comenta que la promoción del área domótica en España es cada día más alta, lo cual ha ayudado mucho al sector; sin embargo, piensa que el apoyo es insuficiente por parte de las Administraciones Públicas, a las que acusa de poseer “un enorme desconocimiento de estas tecnologías”.
Las compañías especializadas en la construcción de este tipo de viviendas le abren sus puertas a cada vez más ingenieros capacitados, lo que ha generado un crecimiento del empleo en el área. Recordemos que durante el auge del mercado inmobiliario durante la crisis hubo construcciones de baja calidad, pues las empresas dieron de baja a muchos trabajadores y empezaron a comprar material barato para bajar costes, todo con el objetivo desesperado de no unirse a esa pila de compañías que tuvieron que cerrar sus puertas.
Para que nos demos una idea de hasta dónde llega la inteligencia de las casas domóticas, sólo hace falta acotar que además tienen la capacidad de avisarle al dueño de algún percance en la vivienda: un grifo mal cerrado, incendios, presencia de intrusos, escapes de gas, entre otros.
Quién sabe si en algún momento viviremos en un planeta cercano a los planteamientos del escritor William Gibson, que creó un mundo en que su personaje Angela conversaba con su propia casa en la novela ciberpunk Mona Lisa Overdrive… Aunque las operaciones que pueden efectuar las casas domóticas claramente impresionan, un futuro así sigue viéndose muy lejano.
Para finalizar, consideramos fundamental mencionar que CEDOM, formada en 1992, ofrece información detallada de las normativas relacionadas a este tipo de viviendas. Consultar esta fuente es de suma importancia si estás pensando en hacerte de una casa domótica en lo sucesivo. Eso sí, te aclaramos que pueden ser de coste elevado, aunque las más elementales oscilan entre los 2500 y 5000 euros.