Las cisternas del WC suelen ser uno de los elementos que más quebraderos de cabeza provocan, dado que su uso es continuado a lo largo del día y, con el paso del tiempo, el sistema de engranajes que incluye puede sufrir averías o roturas que convenga reparar para un correcto uso. Aun así, antes de llamar a un especialista en bricolaje hogar o tirar la casa por la ventana por desesperación y optar por la compra de inmuebles nuevos, trata de localizar el problema que le aqueja, dado que la solución podría estar a tu alcance de forma sencilla y sin mayores gastos que el comprar algún repuesto para reparar la cisterna.
¿Qué le pasa a mi cisterna?
El problema más común es que exista una pérdida excesiva de agua o que la cisterna haga ruidos extraños. Solucionarlo es más sencillo de lo que piensas, dado que la mayoría de averías se producen por culpa del flotador que controla la entrada y salida de agua y bastaría con comprar un nuevo flotador y sustituirlo. Con ello, unos alicates y una llave inglesa serán tus principales aliados, aunque no debemos dejar muy lejos la fregona por si acaso.
¿Qué hacer si sale poca o mucha agua?
1. Cierra el paso de agua para poder trabajar sin agobios y vacía el tanque por completo para una mayor maniobrabilidad.
2. Retira la tapa, para lo que tendrás que desenroscar la válvula de descarga.
3. Sustituye la válvula de llenado o flotador, sea cual sea el caso. Es muy sencillo y como tendrás que retirar el antiguo, no te será complicado fijar el único tornillo que lleva en la posición correcta.
4. Coloca de nuevo la tapa, enrosca bien la válvula de descarga y a disfrutar de tu rincón favorito del hogar, siempre que la naturaleza llame a tu puerta.