Pintar las rejas del hogar puede ser un trabajo complejo con resultados catastróficos si no se hace bien. Afortunadamente, con los consejos adecuados, esta tarea puede resultar mucho más sencilla de lo que parece.
Óxido
Uno de los pasos más importantes a la hora de pintar una reja es la remoción del óxido de la superficie metálica, ya que si no lo hacemos, las posibilidades de que la pintura se corra y el trabajo se dañe son bastante altas. Antes de empezar a pintar, debemos limpiar lo mejor posible la superficie y remover los residuos de moho o corrosión que pueda tener la estructura. Podemos servirnos de una lija o un cepillo de cerdas duras.
Color
En lo primero que debemos enfocarnos a la hora de elegir el color de nuestra reja es pensar en qué queremos lograr con él. Podemos ayudarnos con una paleta de colores que armonice con nuestro diseño de interiores, aunque lo más frecuente es escoger un color neutro como blanco o negro. Sin embargo, no es una regla estricta: se puede usar un color llamativo y convertirlo en el punto focal de tu decoración.
Pintar
Uno de los aspectos más importantes para este proceso es la correcta elección de la pintura. Como la mayoría de las rejas se encuentran en exteriores, es ideal seleccionar una pintura anticorrosiva, así como selladores que eviten la aparición de moho y ayuden a reducir el óxido. Sumado a esto, requerimos de herramientas adecuadas, por lo que elegir una brocha cómoda y práctica es imprescindible. Al empezar a pintar, es necesario aplicar una primera capa de imprimación para ayudar a sellar el color, lo que también produce una cobertura completa y un acabado profesional. Debemos dejar que cada una de las capas se seque antes de aplicar otra y lo mismo con el sellador. También es recomendable cuidar el espacio alrededor de la reja: usar lonas debajo de la estructura es una técnica profesional que funciona mejor que el plástico o el periódico para proteger el piso de la pintura.