No porque tu silla de plástico tenga una incidencia en su mantenimiento tendrás que tirarla. Con un poco de paciencia y algo de práctica en bricolaje de hogar, estarás en disposición de recuperarla a plena satisfacción, para que de nuevo forme parte de tu mobiliario habitual y de esta manera contener los gastos en tu cuenta corriente. Con una buena dosis de pericia, conseguirás tu objetivo de una forma a la vez eficaz y sencilla. No tendrás más remedio que empezar con las ideas muy claras sobre lo que tienes que hacer.
Pasos para arreglar la silla de plástico:
El paso principal de este proceso consistirá en lijar la superficie de la silla de plástico para subsanar cualquier clase de imperfecciones e irregularidades. Por medio de una multilijadora de rodillo, por ejemplo, que cumplirá a la perfección con estas funciones. En todo caso, esta actuación no eliminará la suciedad acumulada a través de los años, por lo que deberás emplear un paño limpio humedecido en alcohol o en un producto para la limpieza de esta clase de mobiliario.
Llegados a este punto llega la parte más importante de la transformación, que consistirá en aplicar una imprimación selladora que este adaptada a este material, es decir, al plástico. Será la base para que logres unos resultados muy duraderos en tus sillas. En ese momento estarás en disposición de realizar una mano de pintura. Incluso para hacerte esta labor mucho más sencilla, puedes hacerlo desde un spray. Será muy importante para que el acabado sea perfecto que apliques varias capas suaves de pintura. El resultado final de estas actuaciones te sorprenderá por su eficacia y por el excelente estado en que quedará la silla. No debes olvidar, por último, que en el proceso de compra de inmuebles deberás valorar esta incidencia con la finalidad de contener los gastos con la adquisición de nuevo mobiliario.