La imagen exterior de una casa dice mucho de quienes la habitan. Y aunque sabemos que lo más importante de un hogar es la calidad de las experiencias que se crean en su interior, no está de más hacerle un cariño a su cara externa para ayudarle a mostrar su mejor cara. Además, siempre será agradable sorpresa llegar a casa y ser recibido por la estampa agradable y armoniosa.
Retocar la pintura de la entrada, cambiar el felpudo o pintar la puerta de un color llamativo (imagínate una puerta color naranja contrastando con paredes blancas) son solo tres detalles que pueden darle un giro de 180 grados a la fachada de tu hogar y que no implicarán una inversión cuantiosa de dinero. Es como llevar a tu casa a la peluquería: con un corte de pelo y un nuevo tinte, lucirá como nueva.
¿Tienes un buzón en tu casa? Es un toque vintage que puedes modernizar con un diseño divertido y diferente.
La iluminación de la fachada permite realzar la belleza exterior del hogar. Deja atrás las tinieblas e invierte en unas bonitas luces que transmitan calidez y realcen sus detalles decorativos y ornamentales.
No olvides limpiar los vidrios de tus ventanas. Este sencillo detalle puede hacer una gran diferencia en la imagen exterior de tu casa. Unas ventanas limpias permiten el paso de la luz natural, con lo cual no solo mejora la imagen externa, sino que también mejora el ambiente interior. Otro detalle interesante que puede cambiar por completo la imagen de tu fachada es pintar los marcos de las ventanas con colores contrastantes. ¡Atrévete a hacerlo diferente!
Si tienes un jardín en tu hogar, invierte tiempo en mantenerlo bien cuidado. Si no lo tienes, también puedes crear un espacio natural, con plantas de flores pequeñas o helechos, que adornen la fachada con un toque natural.