Una de las características de la sociedad actual es que la mayoría de las personas apuesta por la inmediatez para conseguir ciertos objetivos en distintos ámbitos de la vida diaria. Por eso, la idea de obtener una hipoteca con escaso papeleo y en el menor tiempo posible, suena como el negocio ideal para muchos.
Las hipotecas urgentes o exprés pintan ese escenario, sin embargo, algunos especialistas del mercado advierten que las ofertas de estos productos suelen crear confusión y falsas expectativas entre los usuarios.
A diferencia de los préstamos convencionales, estas no son otorgadas por las entidades bancarias, sino por empresas privadas o por particulares. En un artículo publicado recientemente en el portal Idealista la periodista Ana Alarcos, especializada en economía, aclara que lo primero que se debe tener en cuenta es que este tipo de préstamos no sirven para adquirir una vivienda, sino que sólo pueden solicitarlo quienes ya sean dueños de un inmueble pagado en su totalidad o con una carga mínima, debido a que la vivienda será la garantía del dinero para el acreedor.
Alarcos también explica que las hipotecas exprés usualmente tienen importes bajos, debido a que casi nunca superan 40% del precio de la vivienda y su objetivo es dar liquidez y atender dificultades económicas puntuales, como pagar el arreglo de un vehículo o cancelar alguna deuda. En general, este producto suele ser una alternativa para aquellas personas que primero trataron de conseguir un crédito en un banco, pero les fue negado.
El principal atractivo de estas hipotecas es lo rápido que pueden ser aprobadas, ya que el dinero se obtiene en pocos días y no se requieren de muchos documentos ni requisitos. De hecho, algunos sitios en Internet aseguran que para que este trámite se concrete es indiferente si el solicitante tiene cuotas atrasadas, cargas o figura en un registro de morosos. Sin embargo, antes de decidir tomar ese camino es importante estudiar también los riesgos.
Juan Villén, responsable de Idealista Hipotecas, advierte en el mismo artículo citado anteriormente, que “estas prácticas son totalmente contrarias a las directrices europeas de crédito responsable que exigen, entre otras cosas, analizar la capacidad de pago del cliente”. Añade que el importe que se presta suele ser reducido y que el usuario “se acaba jugando su casa por un importe muy inferior al de su propiedad”.
El experto también alerta que uno de los grandes riesgos de este tipo de productos es que se compromete el único activo que tienes, ya que la vivienda actúa como garantía. “No se puede olvidar que si hay un impago se procederá a la ejecución de la vivienda y, si se da el caso, a la subasta de la misma”, expresa.
Otro aspecto que es importante tener en consideración es que este tipo de préstamos oculta una Tasa Anual Equivalente (TAE) mucho más alta de lo esperado. El responsable de Idealista Hipotecas hace énfasis en que uno de los trucos o enganches de las hipotecas exprés es que no tiene intereses muy altos, pero esconde comisiones de todo tipo. “Por ejemplo, el préstamo es de 50.000 euros, pero realmente te abonan 40.000 euros, de tal manera que la TAE real es del 20% o superior”, explica.
Te presentamos algunas recomendaciones si estás pensando en adquirir este producto:
Antes de solicitar una hipoteca urgente, agota todas las vías familiares y bancarias para un préstamo.
Pide asesoría a alguien que conozca el mundo de las finanzas y
asegúrate de que el prestamista cumple con la Ley 2/2009 sobre los intermediarios de crédito y que está dado de alta en el Registro Estatal de empresas de intermediación y concesión de créditos hipotecarios, para ello, consulta al Instituto Nacional del Consumo, que es el organismo encargado de gestionar el registro.
Lee también detenidamente el contrato para saber qué estás firmando, en este sentido, es importante que el prestamista nos haga una oferta vinculante donde se incluyan todas las condiciones como el tipo de interés.
Y, por útltimo, solicita de forma anticipada la escritura notarial que se va a firmar para asegurarte de que no hay cláusulas abusivas y estudia con atención las condiciones de las entidades radicadas en el extranjero para evitar estafas o fraudes.